PP y PSOE a la desesperada

Estos últimos meses asistimos perplejos a la debacle de los viejos partidos al uso. Constantemente los medios se hacen eco de casos de corrupción a diestro y siniestro. Tantos que se han convertido en el “pan nuestro de cada día”, y eso que el pan ya no llega a diario a muchas mesas… pero eso es otro tema. 

El caso es que somos la vergüenza de Europa ¿Alguien se puede imaginar qué piensan de nosotros de los Pirineos hacia arriba, cuando por aquellos lares, por pagar unos pañales con cargo a la tarjeta de una institución y aunque la persona que lo hizo devolvió el importe al día siguiente, se dimite?. ¿Se imaginan ustedes qué piensan los homólogos a nuestros Ministros y a nuestro Presidente cuando se reúnen con ellos?. Pues está claro que deben pensar que aquí todos somos poco menos que un puñado de chorizos a los que además de serlo “nos tienen que ayudar” y no mandarnos a freír espárragos.

Y es que los dos partidos que alternativamente han estado, casi en exclusiva, desde que empezó la democracia gobernando el país, están metidos hasta los ojos en corrupciones varias ¡Y no pasa nada…! ¿o sí? Pues quizás no tan de inmediato como fuera de estas fronteras entienden debiera ser, pero algo está pasando. Así lo dicen las encuestas mes a mes. El bipartidismo, que a lo largo de nuestra democracia ha supuesto el 75% de los votantes, no llega hoy por hoy al 50% y sigue en caída libre.

IU y UPyD somos quienes estamos mes a mes subiendo en intención de voto. Curioso que IU (que aunque se quieran desentender, son igualmente un partido al uso y también están inmiscuidos en muchos casos de corrupción y han estado y están representados en las Cajas y consintiendo desahucios de las mismas…) haya empezado una campaña de desprestigio continuo, de premeditada “confusión” acerca de los apoyos y votos de UPyD en el Congreso de los Diputados. Y es que, si bien a nivel económico estamos muy distantes de dicha formación, socialmente los planteamientos son bastante parecidos (salvando que desde UPyD jamás caeremos en el paternalismo, bastante típico de IU). 

Este es el panorama pues. Los viejos partidos más grandes han caído y siguen cayendo y sus dinosaurios se amarran a la silla incapaces de regenerar nada porque ello implicaría empezar por ellos mismos, que son su gran lastre y quienes los han llevado al abismo. Y en su desesperada cerrazón y miopía, salen con supuestos pactos a dúo, absolutamente vacíos de contenido, dándose los unos a los otros palmadas en la espalda, queriendo escenificar una grandeza de la que aún pretenden vivir y que se desinfla a marchas forzadas, quizás más lentamente de lo que debiera, pero no por ello menos inexorablemente. Hablan de Pacto por Almería, por Granada, etc, cuando a su vez siguen sin llegar a acuerdos en nada, y lo que es peor, en absoluto pretenden realmente hacerlo. Es la tomadura de pelo elevada a la máxima potencia. Es una forma descarada de reírse y de burlarse, de la ciudadanía a la que siguen tratando como si de un menor se tratara, o peor, porque algo así, vacío y tramoyesco, es una absoluta falta de respeto a la inteligencia más básica.

Y otros viejos partidos que creen que pueden sacar tajada y hacer como si con ellos no fuese, nos temen como a una vara verde y nos intentan desprestigiar creando bulos y tachandonos, como menos, que de fascistas.

El panorama, aunque desalentador, deja un rayo de esperanza en el horizonte. Porque sí o sí, aunque lo nieguen los de siempre, la gente no es estúpida y está hasta las narices de que se la trate como tal. Y las horas del bipartidismo están más que contadas. Así que no nos desalentemos ¡Esto se puede cambiar, y lo vamos a cambiar!