En estos últimos días estamos
asistiendo a un debate que hemos reabierto desde UPyD. Un debate absolutamente
necesario desde nuestro punto de vista, para concienciar a la ciudadanía de su
necesidad y para que a consecuencia del mismo nos remanguemos y nos pongamos a
ello desde una lógica que parta del análisis de cada lugar, de sus
circunstancias, de su idiosincrasia, y no que llegue el momento en que “la
troika” nos dé dos meses para hacerlo sí o sí, y que resulte que ante esta
imperiosa necesidad terminemos fusionando los municipios españoles a escuadra y
cartabón, desde Madrid o desde Bruselas, tal y como pasó con África.
Recordemos que ya ha sucedido
en Portugal y en Grecia: han fusionado municipios por mandato de la UE. Sin
embargo la mayoría de los países europeos lo han venido haciendo de forma
voluntaria durante el siglo XX. Grecia con algo menos de la cuarta parte de la
población española, tenía una octava parte de pueblos con respecto a España. Es
decir que para estar en las mismas cifras de municipios por habitante que
estaba Grecia antes de la fusión tendríamos que eliminar la mitad de
municipios. Y aún así, teniendo la mitad de municipios proporcionalmente que
España, lo han tenido que reducir mucho más y dejarlos en un tercio de los que
tenían. Si se aplicase la misma lógica a España, desde la UE nos exigirían
eliminar de los 8114 municipios (los más pequeños de toda la OCDE) nada menos
que el 83%. Por tanto ¿no será mejor adelantarnos y hacerlo en condiciones?.
Al margen de que la UE nos lo
vaya a imponer o no, nuestro partido viene exigiendo esta reforma desde hace
años. Y es que no olvidemos que una administración local tiene sentido si tiene
algo que administrar. Recordemos que, para entendernos, para vivir y convivir
en sociedad hemos de delegar en ciertas personas para que hagan una serie de
funciones que necesitamos y que nos facilitan la vida y que de otra forma no
podríamos solucionar y necesitamos para eso calidad de vida a la que aspiramos.
Necesitamos alguien que se ocupe de llevarse la basura de nuestra casa hasta un
sitio determinado donde se gestiona; necesitamos que las aceras estén limpias,
que las farolas tengan luz, que las calles estén asfaltadas, garantizarnos una
mínima seguridad, que podamos tener agua y luz en casa… todo esto lo
solucionamos destinando dinero de cada uno de nosotros a este fin, dándoselo a
alguien/alguienes que se encarguen de todo ello. Es decir, un ayuntamiento es
como una comunidad de vecinas y vecinos pero más grande, para que nos libre de
tener que estar pendientes de todas estas gestiones. Pues bien, sólo tendrá
lógica mantener esta estructura si realmente es capaz de hacer aquello para lo
cual la hemos creado. Si resulta que finalmente somos tan pocas personas que el
dinero no alcanza para poder gestionar lo básico para tener una mínima calidad
de vida y tenemos entonces que depender de una diputación que se haga cargo,
¿qué sentido tiene mantener esa estructura?.
Hay quien pretende argumentar
que esta propuesta de eliminar municipios cercena la democracia. ¿Es más
democrático un país cuantos más municipios tenga por habitante?. Rotundamente
falso. No olvidemos que la representación de la gente se elige en función del
tanto por ciento de los votos obtenidos. Ciertamente la eliminación de
municipios supone una eliminación de cargos públicos, es decir de gente elegida
para gestionar lo público, pero ello no implica una disminución de la
democracia. Partimos de que en España más de 1000 municipios tienen menos de
100 habitantes: en cualquier urbanización de bloques hay más gente que viviendo
que en cualquiera de estos pueblos. ¿Tendría lógica que en una comunidad de
vecinas y vecinos se eligiesen 4 concejales y un Alcaldesa/de?, ¿sería más
democrática nuestra sociedad aunque de facto estas personas no puedan hacer
nada de aquello que se supone debe de resolver un ayuntamiento y tengan por
tanto que delegar a su vez en la diputación que es la única entidad que no es
elegida directamente por la ciudadanía?, ¿no es más lógico que estas personas
“busquen” a otras que vivan cerca y se unan para entre todas poder gestionar
sus necesidades y no “estar” sin poder hacer realmente nada?. El tanto por
ciento de representación que cada partido tendría sería el mismo por tanto la
democracia no disminuye aunque obviamente tendríamos menos cargos públicos,
porque sencillamente no es necesario tener más. La fórmula de el señor Rajoy
sin embargo de reducir el 30% de las concejales y concejales con el mismo
número de municipios elimina la posibilidad de que tengan representación los
partidos pequeños y potencian el bipartidismo, porque al reducir el número de
concejales de esta forma, para una misma población, teniendo en cuenta la Ley
electoral, el tanto por ciento mínimo para poder tener un representante sube
una barbaridad y por tanto elimina a los pequeños partidos y hace casi
imposible que surjan nuevos partidos. Sin embargo la fusión de municipios, en
concreto la que propone UPyD donde estimamos que se debe de tender a municipios
de alrededor de 20.000 habitantes lo cual daría lugar a una administración
local bastante fuerte, que podría dar un montón de servicios más allá de los
mínimos (parques, bibliotecas, gestión cultural, instalaciones deportivas,
transporte público, etc., y todo ello de forma sostenible), la diversidad de
partidos estaría garantizada con entre 17 y 21 concejales según se tenga más o
menos de 20.000 habitantes, porque el tanto por ciento de votos para sacar un
representante seguiría siendo un 5% aproximadamente a su vez estaríamos
hablando de reducir un 66% aproximadamente los concejales de toda España. Con
la propuesta de Rajoy sólo se reduciría un 30% y elevaría a 7% o más la
posibilidad de sacar representación lo cual potencia brutalmente el
bipartidismo.
Además, es bien sabido que la
mayoría de los concejales no cobran. En la mayoría de los casos ni siquiera los
que están en el poder, ya que más del 60% de los municipios tienen menos de
1000 habitantes, aproximadamente la población que habita en 10 bloques de 6
plantas y cuatro pisos por cada una, y lógicamente no hay recursos apenas. En
pueblos de unos 5000 habitantes (el 85% de los municipios españoles tienen
menos de esa cifra) suelen cobrar los alcaldes y algunos concejales del equipo
de gobierno; por supuesto ninguno de los que están en la oposición. Pero es que
incluso en municipios de menos de 20.000 habitantes, que son el 95,12% del
total, tampoco la oposición puede recibir un sueldo para hacer posible la
democracia de verdad: su función en controlar y fiscalizar la acción de
gobierno. ¿Cómo se puede hacer ello trabajando en otra cosa? Es decir, lejos de
ser democrático este sistema genera sin razones lo mires por donde lo mires:
· Por
un lado no es capaz de hacer aquello para lo que ha nacido: dar servicios
básicos a la ciudadanía
· Supone
de facto un no control al menos en el 95% de los municipios españoles
del gobierno por
parte de la oposición y por tanto esto supone un grave fallo en el
sistema que debilita la fiscalización democrática, potenciando/
posibilitando la corrupción y el clientelismo
· Multiplica estructuras muy costosas que no dan servicios
· Potencia
el nacimiento de estructuras superiores para dar salida a esas
competencias inasumibles
generando mancomunidades, consorcios, áreas metropolitanas, etc. además
de las propias Diputaciones. Todas estas estructuras sería innecesarias
con una fusión de municipios que garantizase un tamaño tal que fuesen
autosuficientes
En resumen, se trata de hacer un sistema más racional, más
eficiente y menos costoso, a la vez que más democrático y transparente.
Es obvio por tanto el por qué los partidos al uso se aferran al sistema
actual.
Municipios en España por número de habitantes:
Menos de 101
|
de 101 a 500
|
De 501 a 1.000
|
de 1.001 a 2.000
|
De 2.001 a 3.000
|
De 3.001 a 5.000
|
De 5.001 a 10.000
|
de 10.001 a 20.000
| |
1.070
|
2.725
|
1.060
|
936
|
500
|
505
|
561
|
361
|
|
1 comentario:
Por equivocación, no había publicado el artículo completo. Ahora sí lo está.
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