En el Pleno del pasado 30 de abril, una de las propuestas (mociones)
que hicimos desde UPyD Granada se basó en lo que consideramos es una
deuda decimonónica de esta democracia para con los Ayuntamientos:
definir claramente sus competencias y recibir el suficiente dinero para
poder llevarlas a cabo.
Resulta que esta es una de las
reclamaciones fundamentales de UPyD en sus diferentes programas:
pongámonos de acuerdo en qué competencias debe desarrollar cada
administración y, hecho esto, repartamos el dinero disponible de la
forma más coherente para poder ofrecer esos servicios a la ciudadanía.
Y
es que al ciudadano le da igual qué institución está detrás del
servicio de la dependencia, del empleo, de la educación, etc. Lo que
quiere es recibir adecuadamente el servicio y que esto le permita vivir
de la mejor manera posible.
Eso implica que somos las
personas que estamos en cargos políticos quienes debemos ponernos de
acuerdo en qué administración, (local, autonómica o nacional), debe
prestar cada servicio, estudiando y acordando cuál de ellas podría
hacerlo mejor y de forma más ágil, eficaz y económica.
Resulta
que tanto la Federación Española de Municipios y Provincias, como su
homóloga a nivel andaluz, han subrayado que los municipios se gastan
alrededor de un tercio de su presupuesto en dar servicios en
competencias que no le son propias. Al margen del debate del cómo se
llegó a ello y por qué, la realidad es que en los años 80 los
ayuntamientos recibían alrededor de un 10% de los recursos estatales
mientras que las comunidades autónomas (CCAA) apenas un 3%. Sin embargo,
a día de hoy, el reparto se ha modificado y se ha pasado a recibir por
parte de los municipios entre un 12 y un 13%, cuando las competencias
que ha ido desarrollando se han multiplicado año tras año, mientras que
las CCAA reciben ahora más del 51%, y lo restante se destina a la
administración estatal. Si bien estos porcentajes, en sí mismos, no
tendrían que por qué significar nada, puesto que no se trata de hacer
“tres lotes iguales”, lo cierto es que la asignación a los ayuntamientos
ha disminuido comparativamente al incremento de sus servicios, al
contrario que las CCAA. La realidad actual es que la situación económica
de los municipios es bastante penosa y, lo que es peor, perversa para
la buena salud del sistema, como explicamos seguidamente.
El
no contar con una financiación adecuada ha provocado que se haya
recurrido a la vía de ingresos urbanísticos como una fórmula válida para
sufragar gastos. Es más, en algunos municipios, ante la falta de
recursos económicos, las multas, las zonas azules, supuestas ordenanzas
de convivencia ciudadana y demás estratagemas por el estilo, se han
convertido en verdaderas fórmulas de ingresos rápidos y cuantiosos,
especialmente cuando hemos entrado en el declive de los ingresos por la
vía urbanística. Pero este tipo de perversiones han llevado a la
paradoja de que las administraciones se hayan convertido en sujetos
temibles para la ciudadanía de los que hay que huir o de los que hay que
esconderse, en verdaderos “enemigos públicos” a la caza y captura de la
multa, en lugar de ver en ellos instituciones necesarias para su mejor
convivencia.
Ya en la memoria de los presupuestos 2012 del Ayuntamiento de
Granada, que presentó su Alcalde en diciembre pasado, se hablaba de esta
necesidad de reformular las competencias para la correcta financiación
del municipio, y se culpaba al antiguo gobierno socialista de no haberlo
llevado a cabo. Aprovechando que coincidimos desde UPyD con esta visión
y que el actual gobierno a nivel estatal es del mismo color político
que el que gobierna en el Ayuntamiento de Granada, entendimos que era el
momento perfecto, para pedir en Pleno que se pida con la misma
vehemencia al actual Gobierno Español que aborde el tema de la división
competencial.
Para ello utilizamos exactamente la misma
argumentación (tal cual) que utilizó el señor Alcalde en dicha memoria.
Así, en el debate del Pleno de la propuesta, por un lado, IU quiso
entender que la misma iba en sentido de recortar competencias a los
consistorios, cosa que nada tiene que ver con lo expuesto, si bien
entendemos que encierra un cierto miedo a su resultado, y quizás que
dicho análisis llevase a eliminar servicios a la ciudadanía lo que no se
persigue en absoluto desde UPyD y, la oposición, tendríamos que velar
para que ello no ocurriese. Entendemos que se trata de analizar y
consensuar cuáles son las competencias que es más lógico que ofrezca la
administración local, más cercana a la gente, y que se le derive el
dinero para hacerlo posible.
De otro, el PSOE, hablaba de que efectivamente este tema era
urgente y fundamental; digamos que una de los grandes temas pendientes
(y digo yo que entonces por qué no lo han hecho durante las dos
anteriores legislaturas en que han estado en el gobierno…). Pero a su
vez decían que para algo tan importante la argumentación de la propuesta
no era lo suficientemente profunda… cuando, como aclaré en dicho pleno,
de lo que se trata es de instar a que se plantee dicha negociación y
dicha evaluación a nivel estatal y para ello tampoco hace falta hacer
una tesis doctoral sobre el tema. Planteaban a la vez que ya se habían
acabado las elecciones y no entendían por qué sacaba un asunto
electoralista a estas alturas. Sí, fue así, como os lo cuento. Por un
lado admiten que es un tema fundamental sin resolver; por otro que, por
su propia importancia, no era lógico que fuese “tan poco profunda su
presentación” y a la vez, que no era el momento porque no estábamos ya
en elecciones… Obviamente respondí que UPyD defiende lo que cree
necesario para mejorar la vida de los ciudadanos, que es lo que
entendemos que es la política, y nos trae sin cuidado que estemos o no
en elecciones. En una palabra que no somos como ellos, y por esa razón
no podían entender por qué traíamos este tema a colación (o quizás el
problema sea que no comprenden que actuemos como un partido político
serio y responsable y propongamos ideas aunque sepamos que, de
aplicarse, “las flores se las llevarían otros”).
El PP
efectivamente apoyó la moción como no podía ser de otra forma, porque
detectaron enseguida que habíamos asumido, tal cual, su propia
argumentación de hace unos meses.
Por desgracia esto no significa que la propuesta vaya a llegar mucho
más allá del propio Pleno. Hace tiempo que aprendí, no sin estupor, que
las promesas, los acuerdos en Pleno, se pueden quedar ahí… Si no hay
verdadera voluntad política, en este caso del PP, me temo que dentro de
un tiempo tendré que volver a llevar a Pleno el tema recordando que
“casualmente” ha quedado en el olvido. Pero de nuevo entendemos
necesario aplicar la coherencia y evidenciar cómo los partidos al uso
suelen decirle al que está en el poder lo que tiene que hacer, pero
cuando son ellos los responsables se olvidan de sus propias
reclamaciones. ¿Y por qué?, pues porque no hacen política
realmente,
porque no les importa de veras la ciudadanía y cómo repercute en ella
el hacer las cosas de una u otra forma. Porque son dos empresas que
compiten por quedarse con “el negocio”, que es en lo que han convertido
lo que debiera ser la vigilancia y potenciación del bien común, la
política con mayúsculas. Y así nos va.
María Teresa Olalla Olmo
Portavoz del Grupo Municipal de UPyD Granada
www.facebook.com/mayteolalla
mayteolallaolmo/blogspot.com/
www.upyd.es/contenidos/secciones/161/granada
No hay comentarios:
Publicar un comentario