Es curioso como de repente surgen voces de aquí y de
allá, en tropel, atacando a alguien,… hoy me ha tocado a mí. No dejamos de
preguntarnos, conversando sobre el tema con mis compañeros, ¿qué esta pasando
para que de repente nos volvamos, y yo como cabeza visible, tan peligrosos que
haya que lanzar una andanada de piedras hacia ésta que escribe?
En un primer momento, cuando salí elegida hace ahora
22 meses, todos los medios pasaron del silencio casi absoluto a acercase como
si una estrella de cine fuese. Al principio sentía que me trataban, tanto los
medios como el resto de partidos, con cierta condescendencia mezclada con
complacencia y curiosidad. Como si fuese una anécdota. Porque, más allá del
bipartidismo, se nos quiere vender que no hay nada. Y si algo logra aparecer,
es tratado como “residual” (ahí colocan a IU) o “anecdótico y puntual”, cuando
no “oportunista” que es donde quieren ubicar a UPyD.
Cuando empecé a denunciar y, consecuentemente, a
renunciar a los sobresueldos encubiertos que suponen el cobro de dietas por
asistir a reuniones de Consejos de Administración de las empresas municipales;
cuando empecé a denunciar y renunciar a las entradas/prebendas de unos y otros
para asistir a actos públicos muy cotizados y que pagamos toda la ciudadanía,
como fue el Festival Internacional de Música y Danza; cuando presenté las
primeras mociones de austeridad y transparencia, la cosa empezó a cambiar. La
“anécdota” empezó a convertirse en problema. Así se tergiversó de forma absolutamente
perversa lo que contesté a la pregunta, NO sobre la Ley de la Memoria
Histórica, sino sobre una estatua que nadie tuvo en cuenta durante decenas de
años, que mantuvo el PSOE en sus mandatos y el tripartito en el suyo (Jara,
Quero, Moratalla), y que ahora algunos políticos convierten en problema lo que
nunca antes lo había sido. IU y PSOE reivindican periódica y repetidamente,
cuando no encuentran nada que reivindicar para la ciudadanía de Granada, como
algo fundamental para la misma, que se quite la, ahora sí famosa, estatua junto
al Palacio de Bibataubín, a la que si no te acercas y lees el letrero nadie le
presume nada “oscuro”.
Obviamente apoyo que se elimine todo vestigio fascista
tal y como recoge dicha Ley, pero lo que señalé con mis declaraciones era mi
indignación por la hipocresía que supone que algunos hagan “política” creando
problemas donde no los hay, en vez de solucionarlos, por el bien de la
ciudadanía, como es nuestra obligación.
Paralelamente y ante la poca gracia que al gobierno de
la ciudad le empezó a hacer que los dejase en evidencia con las denuncias que
presentaba, se les ocurrió, tildándolo de “austeridad”, recortar las dotaciones
a los grupos municipales. Lo curioso es que a los únicos que realmente
recortaban era a los que ya recibían menos: UPyD e IU, obviamente. Así el PP
“se recortó” 6.000€ de los 220.000 que recibía al año, un 2,7%. Al PSOE se le
recortó un 25,8% y a IU un 70,7%. A UPyD 70.000 de 83.000€, el 84,6% nada
menos. Por cierto, que nadie sabe en qué se gastan estas aportaciones porque,
aunque está regulado y he pedido en Pleno que dicho gasto se publique y que lo
supervise la intervención, tanto PP, PSOE como IU votaron en contra de que así
fuese. Los nuestros están expuestos en nuestra Web Municipal. Con la
indignación e impotencia del momento, quizá me pasé con el calificativo, pero
el caso es que esto fue la excusa para que muchos se llevasen las manos a la
cabeza y me intentasen crucificar. Hay ciertas reglas no escritas que si te las
saltas, por muy absurdas que sean, provocan que todo el mundo se te vuelva en
contra y te señalen con el dedo intentando que sea ese pretendido
rechazo/vapuleo social el que “te ponga en su sitio”. Si bien hay que asumir
los errores cuando se produzcan, también es cierto que se interpretan de muy
distinta manera, incluso se manipulan, según de quién vengan y, si te
descuidas, pretenden llevarte a la hoguera intentando sublevar a las masas para
que, todos a una, te castiguen socialmente. A partir de ahí, el silencio mediático ha venido siendo la tónica general.
El devenir de nuestro país y la caída en picado de los
partidos al uso por no saber gestionarlo, los está empezando a poner muy
nerviosos. El ninguneo y el intento de desprestigiarnos es creciente y cada vez
más palpable y tenso. Después del linchamiento nacional a mi compañero Toni
Cantó, que si bien se equivocó, y mucho, ha sufrido de este escarnio público
que “alguien decide” que algunos merecemos y así, la marabunta al unísono, cae
cual tsunami encima del señalado. Ahora, al menos a nivel local, se ha decidido
que me toca a mí.
Y volvemos al principio… ¿qué está pasando? Curioso
que determinados medios (no todos, por supuesto), han descontextualizado una
serie de adjetivos calificativos sin mencionar para nada el por qué de los
mismos. Efectivamente son absolutamente contundentes, pero no por ello menos
necesarios y descriptivos de una rotunda realidad: nuestro Alcalde desvaría. Y
se lo podría permitir si lo hiciese a costa de su patrimonio y de su propia
vida, pero es que lo hace con el dinero y la vida de las granadinas y
granadinos. Así cuando una coge el toro por los cuernos y al pan lo llama pan,
y al vino vino, sin aceptar ese código tácito pactado entre políticos
profesionales, de lo que se puede o no decir, corres el peligro de ser linchada
sin miramientos.
Más abajo pongo el link con la rueda de prensa que ha
provocado estas airadas reacciones, y me encantaría saber tu opinión, porque
sigo suscribiendo cada palabra de la primera a la última, por más que estos
jueces de pacotilla, con corruptos en sus filas y desmanes por doquier a sus
espaldas, quieran adoptar la pose de dignos vilipendiados.
No en balde me ha venido hoy a la mente una
“sentencia” de Gandhi: "Primero te ignoran; después se ríen de ti; luego
te atacan; entonces ganas."
Qué casualidad, hemos pasado por todos los estadios…
Estamos en el penúltimo. ¡Ya queda menos!
La rueda de prensa sobre la "genialidad" del
Alcalde de Granada ahora sobre la estación del AVE, que ha dado lugar a
airadas replicas. http://www.youtube.com/watch?v=9P0U5Xq3qDU
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