sábado, 17 de septiembre de 2011

Inconsciencia del partido en el poder sobre la situación actual del Ayto.

Si bien estos primeros 100 días han sido atípicos por los periodos vacacionales y festivos que se han dado de por medio, sí que he podido evaluar la gestión del gobierno del PP y tener una clara percepción de hacia dónde nos dirigimos… y la experiencia y la certeza de hacia dónde nos dirigen, ha sido francamente desesperanzadora.

Siempre he sido una persona positiva, optimista, de las que ven el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Sin embargo, la vivencia de estos tres primeros meses como concejala en el Ayuntamiento de Granada me han hecho ser mucho más pesimista de lo que jamás hubiese imaginado.


Para poder solucionar un problema hay que ser consciente de él. Creo que es un principio básico que todo el mundo puede compartir. Si no piensas que exista un problema, no te plantearás cómo solucionarlo. Decía Churchill que el buen político era aquel capaz de prever el futuro, de adelantarse, de saber hacia dónde nos lleva lo que sucede a nuestro alrededor a día de hoy, precisamente para poder tomar las decisiones adecuadas para encarar ese futuro de la mejor manera posible e incluso para poder condicionarlo y cambiarlo. 

Desde UPyD en toda España llevamos años señalando el verdadero problema de este país, más allá de la crisis económica. Para poder salir de ésta tenemos que salir de una crisis todavía más peligrosa y urgente, porque es el principal escollo para solucionar aquella: la institucional. Por eso hablamos en todos nuestros programas de transparencia y austeridad como principios de gestión de cualquier administración pública, (hoy olvidados por no decir asaltados, esquilmados)  además de la separación de poderes. De no aplicar estos requisitos básicos en democracia, totalmente obviados a día de hoy, jamás podremos encarar la crisis económica. 

Mi entrada en el Ayuntamiento ha sido por un lado muy motivadora e ilusionante al poder tener un papel efectivo para ese cambio que preconizamos y que estamos seguros que es vital; muy estimulante al saberme la voz de mucha gente que efectivamente ha sido consciente de la necesidad de una limpieza institucional profunda que es lo que simboliza UPyD. Pero a su vez ha sido una experiencia “aterradora” el ser testigo en primera persona de la inconsciencia del partido en el poder sobre la situación actual en la que estamos. La austeridad que nombran de vez en cuando no es más que un adjetivo de márketing que se han visto obligados a utilizar por las circunstancias. Unas circunstancias que no terminan de entender. Es como si pensasen que esto es pasajero. Y por supuesto se olvidan que debiera ser un principio básico de gestión, al margen de la situación en cada momento de la economía. 

Por un lado ya es triste que este circo, montado por unos y otros, haya hecho que las administraciones públicas en general entren en crisis y las vivamos como entes que nos hacen la vida más complicada, en vez de estar ahí para mejorárnosla que es para lo que las necesitamos y las estamos pagando. Es triste que, a su vez, haya provocado que la política se vea como un negocio, como un problema en sí mismo, en vez de ser una herramienta para solucionar los muchos que tenemos, y que por tanto nada tenga que ver con defender los intereses de la ciudadanía en general. Pero lo peor, lo más alarmante es que a pesar de la crisis económica global, de estar al borde del crack económico, de que la gente se subleve y reivindique un cambio sustancial, de que UPyD lleve poniendo el dedo en la llaga, señalando claramente la grave situación y la forma de encararla desde hace años, lo peor, repito es que nuestros dirigentes sigan pensando que “por sí sólo”, de forma casi mágica, esto va a cambiar. Que no sean conscientes de su implicación y de su responsabilidad en todo lo acontecido y de su papel crucial para cambiar y encaminar lo que se nos viene encima, es para quedarse helada. 

Y se ve día a día en el dispendio en el que seguimos viviendo. Estamos pagando 17 escoltas, designados a dedo, que nos salen a unos 3.800 euros mensuales (casi el doble de lo que cobra un policía raso), además de los 50 euros diarios que cobran de dieta, cuando no hay peligro de ningún tipo y a lo sumo, entiendo, debiera tener escolta el Alcalde. Sebastián Pérez se ha llevado a Diputación a tres escoltas en comisión de servicio que cobran el doble aproximadamente y que seguimos pagando desde el Ayuntamiento. Se arregla la calle Ganivet, que no lo necesitaba, costándonos un millón de euros y teniendo otras calles en estado penoso. Nos gastamos dinero en publicidad de una empresa como EMASAGRA, que es un monopolio y por tanto no tiene sentido que se publicite. Mantenemos una televisión local cuya deuda es cada vez mayor y cuyo mantenimiento anual es millonario. En bienestar social, a finales de julio, se anuncia que no van a poder renovar a decenas de trabajadoras y trabajadores porque no hay dinero; pero sí hay para dar sueldos a directivos de 100.000 euros. Tenemos infraestructuras como el Palacio de Deportes que mantenemos constándonos un dineral, infrautilizadas. Tenemos locales por los que pagarían muchas empresas mucho dinero en el Estadio de los Cármenes, cerrados. Los coches oficiales con sus respectivos chofers se siguen utilizando sin reparo alguno. Los cinco intendentes de la policía local, por ejemplo, tienen cada cual su coche oficial y su chofer respectivo. Tenemos nada menos que siete Tenientes de Alcalde, lo cual no tiene sentido si no fuese porque cobran 6.000 euros al año más cada uno. Se siguen cobrando sobresueldos disfrazados de dietas por pertenecer a los Consejos de Administración de las empresas del Ayuntamiento. Se nos manda información en formato papel, doble, a diario, además de invitaciones para asistencia a diferentes actos organizados por el propio Ayuntamiento, en un papel y sobres de alta calidad, cuando todo ello podría enviarse por mail a coste cero. Se pagan asesores, que no son otra cosa que cargos de confianza de los partidos, sin ningún tipo de requisito en cuanto a mérito y capacidad, cobrando éstos más de 56.000 euros brutos anuales… Tenemos que pedir créditos millonarios para pagar los intereses que les debemos a las empresas por no pagarles a tiempo (si el pago de los intereses son millonarios, imaginaos a cuánto asciende la cuantía de las deudas)…

Se sigue actuando, en fin, como si tuviésemos una gallina de los huevos de oro, sin reparo alguno. Como si el dinero cayese del cielo. Como si la responsabilidad del endeudamiento de nuestro Ayuntamiento, o sea de todos y cada uno de nosotros, no fuese su responsabilidad y fuese a venir alguien a condonarnos la deuda de un día para otro. Una deuda que, por la nefasta gestión, aumenta año a año de forma geométrica. 

Esta situación es la que me he encontrado. Y sólo a vista de pájaro porque hemos pedido para un análisis más profundo el presupuesto de 2010 y su liquidación (en qué se pensaba gastar el dinero y en qué se ha gastado finalmente), y se nos pone escollos para hacer nuestro trabajo y poder evaluar de forma más exaustiva qué se hace en el Ayuntamiento y cómo, que es para lo que me ha elegido la ciudadanía y para lo que me paga. 

Por tanto el futuro que se prevé es cada vez más negro en manos de unos dirigentes que no quieren hacerse cargo de una realidad que se empeñan en obviar. 

¿Algo positivo que resaltar?. La aprobación en el último Pleno de la moción por la que se propuso que los Presupuestos, de ahora en adelante, del Ayuntamiento, se cuelguen en la web y cualquier persona sepa en qué se gasta su dinero, junto con la aprobación de una enmienda que propusimos desde UPyD por la cual se pide que se publiciten igualmente todo lo que cobran los cargos públicos y los de libre disposición, incluyendo todos los conceptos de pago tanto económicos como en especie

Poco a poco, esa lucha por la trasparencia y por la regeneración democrática va tomando cuerpo. Esperemos que esto que llamamos la marea magenta, una marea que nace del espíritu renovador del manifiesto fundacional de UPyD y que se recoge y desarrolla en los diferentes programas y en los Estatutos que nos dimos en el 1er Congreso de nuestro partido, siga aumentando en las instituciones, creciendo, como la conciencia de cambio que es ya una realidad en gran parte de la sociedad, y limpiando así a su paso las administraciones públicas para poder hacer frente de una vez por todas a los graves problemas económicos y de desempleo que sufrimos a día de hoy. Si algo claro me han dejado estos 100 primeros días de gobierno es que Unión Progreso y Democracia es la única alternativa real que puede sacar a este país de una situación como la de Grecia. La esperanza de que la ciudadanía lo entienda lo antes posible me hace seguir luchando con ahínco para llevar nuestro mensaje hasta el último rincón.

3 comentarios:

Gonsaulo Magno dijo...

Ánimo Mayte! Otra forma de hacer política es posible :-)

Dionisio dijo...

Menos mal que hay personas como tú Mayte, eso nos hace no perder la esperanza en este país... Si no, ya podíamos ir pensando en emigrar al Reino Unido o a Suiza.

Mayte Olalla Olmo dijo...

Muchas gracias. Y si nos unimos mucha gente más será posible cambiar todo de arriba a abajo, que falta hace. ¿Te animas?