miércoles, 9 de marzo de 2011

La gran revolución que queda por llegar: el cambio de horario laboral en España

Hace tiempo que tengo pendiente escribir sobre una serie de medidas imbricadas entre sí que implicarían una mejora en muchas facetas de la vida de la ciudadanía: el cambio del horario laboral.

Por un lado tenemos unos horarios que hace cada vez más complicado decidirse a tener hijas e hijos. Porque si resulta que la mayor parte de la población española tiene horario partido (sobre el 70% de la población) y por tanto vuelve a casa entre las 20 y las 21,30h ya me diréis cuándo va a disfrutar de sus hijos. Esto, a su vez, saca a colación otro gran problema: qué hacer con los pequeños mientras trabajamos. De ahí las reivindicaciones de clases extraescolares (con las que a veces saturamos a los pequeños), de que los horarios lectivos se alarguen en el día y en el año escolar, de que se abran los centros educativos por las tardes... De ahí que tengamos a nuestros mayores esclavizados con sus nietos, en vez de disfrutando de ellos… Y otro problema aún mayor si cabe. ¿Quién está por tanto educando a nuestros hijos si no los vemos?, ¿es lógico tenerlos para no poder ser responsable de su educación?, ¿qué está sucediendo con aquellos niños cuyos padres y madres no pueden estar encima de los deberes a diario porque su jornada laboral se lo impide?. 

Por otro lado todo esto implica que durante la semana “no se vive”. Se vive para trabajar. Esa es la sensación de demasiada gente, que se arrastra desde el lunes a San viernes para poder sentirse vivo durante apenas dos días hasta que llega el domingo por la tarde y vuelve la depresión anímica ante la amenaza de volver a ser robot durante 5 días. 

Y las comidas, y el extrés del ir y venir corriendo de aquí para allá. Y el tráfico, que cada día está peor… ¿Esto es progreso?, ¿esto es vida?

Sin ánimo de querer ser reduccionista creo que cambiando los horarios se empezarían a solucionar muchas cosas. Propondría que por un lado se incentivaran los contratos de 7h en horario intensivo entre las 7 y las 16h. La empresa pagaría algo menos con lo que podría repercutir en un aumento del empleo. La Seguridad Social no obstante tendría que sufragarse hasta el 100% por parte del Estado de forma que estas personas estuviesen cotizando a jornada completa. Ello implicaría, en muchos casos, la reducción del coste en desplazamientos a la mitad y el poder volver a comer en casa lo que puede suponer un ahorro en la economía familiar y una mejora segura en el equilibrio alimentario pues rara vez la comida casera es igual de sana que la que se suele comer en la calle. 

Medioambientalmente se reduciría muchísimo el consumo energético y el CO2. El tráfico también se reduciría (no obstante se concentraría en ciertas horas pero no mucho más de lo actual). La productividad de las personas aumentaría como bien está demostrado por estudios múltiples al respecto. Las tardes serían para el disfrute de cada cual. Muchas mujeres, aún esclavas del modelo machista por el cual su trabajo y horarios se condicionan a los horarios escolares, podrían dar el salto al mercado laboral, y por tanto a su independencia económica, de forma estable. Las tardes serían para lo que cada cual quisiera. Para vivir, que no es poco. Y quienes tienen familia para poder ser tal. Y poder echar una mano a nuestros pequeños porque el sistema actual está suponiendo una nueva división social entre quienes tienen progenitores o quien les ayude en sus no pocas tareas diarias y quienes se encuentran sin ayuda ninguna abocados en muchos casos al fracaso escolar desde primero de primaria por no poder llevar el ritmo del resto pues no disponen de la ayuda necesaria por parte de una persona mayor que dirija en casa su aprendizaje con los deberes diarios. 

Creo que sería posible, por tanto, organizar la vida productiva de nuestra sociedad desde las 7 a las 17h en horario de oficina e industria y hasta las 18h en el sector servicios, siendo a partir de las 18h considerado horario nocturno y pagándose como tal. Potenciando la jornada intensiva, en concreto la de 7h diarias. Haciendo posible que no sea necesario tener centros infantiles/colegios, o actividades extraescoles “forzosas” como aparca niñas/os por no poder dejar a estos en otro lugar mientras sus madres y padres cubren una jornada laboral nada productiva, desmotivante, frustrante y alienadora. Estoy completamente segura que a partir de este momento la productividad en España subiría junto con la percepción de mejora en la calidad de vida diaria y por tanto de la “felicidad” media de la ciudadanía. Se trata por tanto de una medida que provocaría múltiples efectos ventajosos en nuestra sociedad. ¿Para cuándo vamos a dejar algo tan poco costoso, tan lógico y tan positivo en todos los sentidos?


10 comentarios:

Sonia Andrés dijo...

Completamente de acuerdo con tu análisis. La racionalización de horarios a la europea traería la auténtica posibilidad de conciliar vida laboral y familiar y esta posibilidad de conciliar nos llevaría a una igualdad real de mujeres y hombres en el empleo y en el acceso a los puestos de responsabilidad.

Mayte Olalla Olmo dijo...

Efectivamente. Lo que a veces se defiende como si fuera propio de nuestro país a penas se sabe que es origen de la posguerra; una forma de intentar que la gente no tuviera dos trabajos (mañana y tarde). No tiene mucho sentido seguir defendiendo un horario que no permite vivir, que hace a la sociedad menos productiva y que a las mujeres nos hace aún más vulnerables. Te espero esta tarde en las jornadas de igualdad si estás por Granada a las 19h en el Centro Cívico del Zaidín (Salón de Actos). Será un placer conocerte!.

Jose Luis Cortes dijo...

nos queda muchísimo por aprender de otros países en este tema.

Anónimo dijo...

Pues es una buena ocasión para intentarlo. La ley de igualdad 2007 es bastante innovadora en otorgar competencias al ámbito local en materia de reorganización de horarios; aprovechémosla y pongamos en marcha medidas reales como las que propones. Un abrazo, silvia

Tonisan dijo...

Hay una cosa muy interesante en lo que propone. La bonificación a la SS por jornada reducida.

A un empresario le cuesta lo mismo o más tener dos empleados 4h/d que uno 8, por lo que siempre preferirá lo segundo.

Si tener más empleados te bonificará la SS, podría preferir lo primero, lo que hubiera sido un freno a la pérdida de empleo en esta crisis, una facilidad en la contratación, y una ayuda para los que compaginamos actividades (estudio, hogar, cuidados etc.)

Un saludo y ánimo

Juan A. Jiménez dijo...

Creo que entrando a las 8 y saliendo a las 17 horas con una hora de comida, para los que tengan jornadas de 8 horas semanales sería un adelanto. Esto es un tema pendiente, porque en España los horarios son de los tiempos de Paco Martínez Soria, que supongo estarán a la altura de la patronal que es incapaz de ver otras alternativas.
Lo de las 7 también, todo sea para dejar a las madres y los padres ocuparse de los hijos. Las medidas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, forman parte del truco del "tocomocho" del ejecutivo de Zapatero.
En resumen:
Enhorabuena por el artículo.

Mayte Olalla Olmo dijo...

Mil gracias Juan Antonio. Seguimos luchando en pro de una igualdad "asexuada". Gracias entre otras cosas al magnífico trabajo que estás haciendo para Andalucía en este sentido, junto con Guillermina Paniagua. Sois un ejemplo de voluntad y de bien hacer. Un abrazo: Mayte

Fidustek dijo...

Lo más triste no es que tengamos estos horarios antediluvianos, sino que la mayoría de partidos (y lo que es peor, los propios ciudadanos) no lo lleven en su agenda.

El tema de los horarios es algo que nos separa enormemente del resto de Europa.

Saludos.

Anónimo dijo...

Que ganas tenia yo de escuchar esto de un politico para votarle. Y que tenga que venir uno de UPyD para decirlo. joder, manda cojones.

Voto para UPyD

Mayte Olalla Olmo dijo...

Muchas gracias... creo que ha sido un alago, ¿no?. Pues no sólo lo digo yo sino que el tema de los horarios viene recogido en nuetsro programa marco. ;)