miércoles, 2 de febrero de 2011

Siguen estafándonos y robándonos a mano armada, ¿hasta cuándo?

Ya sí que sí. Ya no es un secreto a voces. Ya se ha oficializado. Los políticos que han estado manejando las cajas lo han hecho tan mal que se van a tener que sanear, o sea que vamos a pagar entre todas y todos de nuestro bolsillo esta mala gestión, para ponerlas a flote y luego venderlas al sector privado. 

Los políticos han logrado que un bien común  que debiera ser rentable, se dilapide, tengamos que ponerle dinero y luego lo tengamos que vender, ahora sí pasando a manos expertas, pero esta vez privadas. Con las formas de hacer política de los viejos partidos hemos conseguido dar la razón a las teorías liberales: el Estado no es un buen gestor, se debe de quedar en la mínima expresión porque es la empresa privada la única que funciona. Pues no. De eso nada. Esa no es la razón. Aquí hay unos culpables perfectamente detectables y punibles. Políticos concretos que han puesto desde los respectivos partidos PP y PSOE, con sueldos multimillonarios, que han jugado a ser economistas sin serlo. Pero en todo caso tampoco la “culpa” es de ellos, que también, sino de PP-PSOE y de todos los partidos al uso que cuando Rosa Díez propuso en el Parlamento que se despolitizasen las Cajas votaron en contra. Porque no piensan, una vez más, en las personas a las que se deben, a la ciudadanía, sino en sí mismos, y en mantenerse en el poder como si de castas se tratase. Han dilapidado parte de un patrimonio de la ciudadanía. Esta nefasta forma de entender la política cada vez nos lleva más a planteamientos neoliberales que niegan la posibilidad de un Estado del Bienestar. Y hemos de poner los puntos sobre las íes. No es que el Estado del Bienestar no sea viable y sólo la empresa privada funcione en condiciones. Es que la mal entendida política, el que ésta se haya convertido para todos los partidos al uso, en un fin en sí, mismo no en una herramienta para convivir mejor; el que para muchos sea un medio de vida, el que se haya convertido en símil de enchufismos, amiguismos, corruptelas; el que la administración pública se haya convertido en el cortijo del partido político que está al mando en cada momento, es lo que está poniendo en peligro este Estado del Bienestar. Esto es lo que tiene que cambiar. Sino cambia esta forma de hacer política-negocio, el Estado entero entrará en crack. Porque este sistema no es posible, no es mantenible, no es sostenible, además de ser profundamente injusto y más típico de dictaduras tercermundistas que de democracias.

¿Hasta cuando vamos a seguir pensando que esta forma de hacer política es “la forma de hacer política”?, ¿hasta cuando vamos a seguir pensando que “es lo que tenemos”?. No. Podemos y debemos hacer algo como ciudadanas y ciudadanos. Tenemos que decir NO. Y el único partido que puede hacerlo porque de verdad piensa en la gente y no en como sacar mayor partido de la tarta que debieran vigilar, mimar y “agrandar” para que vivamos mejor, el único que de verdad entiende la política como una herramienta al servicio del bienestar de las personas, es UPyD, tanto a nivel nacional, como autonómico y local. UPyD es el verdadero voto útil. Es el verdadero voto del cambio, de la revolución. Sólo hace falta que la gente sepa que estamos aquí, que nos negamos a mantener este sistema y que necesitamos de la ayuda de cada persona para que definitivamente volvamos al sentido genuino de democracia. Así que implícate y si realmente quieres cambiar las cosas, pasa éste artículo y toda la información que caiga en tus manos y haga que la gente se sienta llamada a decir BASTA.

1 comentario:

Manuel Reyes Camacho dijo...

Muy calro y muy valiento tu atículo, Mayte.
Yo añadiría además que la titularidad de las Cajas pertenece hoy a la ciudadanía, especialmente a aquellos que tienen sus cuentas en ellas, por eso se pudieron apropiar de su dirección los políticos. Ahora, con la privatización, pasarán a manos privadas sin que los ciudadanos, ni el estado, obtengan de ello beneficio alguno.